El frío suele ser una buena excusa para quedarse en el sofá de casa y no salir a hacer esos kilómetros que teníamos planeados correr o ese entrenamiento. Por tanto, el primer consejo para correr en invierno es romper la habitual pereza. Una vez superada esta, surgen algunas dudas: ¿me pongo mucha ropa o poca? ¿guantes? ¿caliento más que de costumbre? Aquí van unas pequeñas ideas.
Protegerse con multicapas
Nada de prendas con mucho peso. Los tejidos técnicos y térmicos sirven para conseguir una gestión óptima del calor evitando la transpiración o la humedad y aislando del frío. Nada de materiales sintéticos. Y si la ropa puede ser oscura, aún mejor: los colores oscuros absorben eficazmente los rayos solares siempre presentes a pesar de las nubes y del frío ambiente. Para ser más visibles, basta con que esta lleve bandas o partes reflectantes.
Guantes
Usa guantes de lana fina. Las manos son la única parte que no entra en calor al correr si no las cubres, ya que la circulación sanguínea se centra en los músculos y no en las extremidades. La cabeza y el cuello son los otros 'puntos fríos' a tener en cuenta (para estos sirven gorros, bragas...).
Los pies
Están en movimiento y no van a acusar el frío como las manos, pero hay que tener en cuenta su contacto con la superficie: muchas veces mojada o húmeda. Lo más importante es conservar estos totalmente secos, por lo que se requieren unas zapatillas que eviten que traspase el agua o la humedad.
El calentamiento
Es aconsejable realizar un calentamiento bajo techo (en un lugar que no esté muy caliente) para aumentar progresivamente la temperatura corporal y el calor muscular. Los músculos, además, están más agarrotados. Es imprescindible ser más cuidadosos con esta parte del entrenamiento para evitar roturas y lesiones.
Hidratación
La garganta se reseca aún más cuando hay aire frío, por lo que se acelera la deshidratación. Por tanto, es conveniente, beber pequeñas cantidades de agua para evitar esto, pese a que la pérdida de agua en el organismo es menor que en verano.
Alimentación
Los alimentos con hidratos de carbono o azúcares son rápidamente utilizados por las células musculares y cerebrales para combatir el frío y aportar energía.
Inspirar por la nariz y expirar por la boca
En caso de frío importante y de viento, es preferible inspirar por la nariz y expirar por la boca para calentar el aire frío antes de que llegue a los bronquios pulmonares. A evitar durante un esfuerzo intenso.
Estiramientos al finalizar la sesión
Al igual que en otra época del año, baja el ritmo del enfriamiento efectuando estiramientos. Favorecerán el equilibrio térmico tras parar el esfuerzo.