Los niños son un grupo tan diverso y heterogéneo que no todas las actividades deportivas son recomendadas para ellos, incluso aunque estos tengan la misma edad. Se debe tener en cuenta su desarrollo corporal, así como su maduración biológica, pese a que presenten varias características comunes: gran flexibilidad, rapidez, poca masa muscular y escasa concentración mental.
El deporte, tanto en la infancia como la adolescencia, se considera fundamental para un correcto desarrollo que mejora la maduración del sistema músculo-esquelético, las habilidades psicomotoras y las funciones cardiovasculares. También contribuye a mejorar las habilidades cognitivas, ya que aumenta las relaciones personales y con el entorno: respeto al compañero, aceptación de victorias y derrotas, disciplina... obteniendo casi sin darse cuenta un mayor bienestar físico y psicológico.
DEPORTES RECOMENDADOS
Atletismo: una de las actividades más completas porque une la carrera, el salto y el lanzamiento.
Natación: una cosa es aprender a mantenerse a flota y otra comenzar a nadar. Se recomienda que lo segundo se comience a los tres o cuatro años, siendo el entrenamiento más intenso a partir de los diez o doce años, según el grado de desarrollo.
Ciclismo: sin forzar el cuerpo hasta haber cumplido los dieciséis o diecisiete años con simples salidas a un ritmo suave y sin grandes complicaciones (no hace falta subir el Tourmalet).
Fútbol y baloncesto: los deportes por excelencia para practicar en equipo. Se aconseja que la competición como tal no comience hasta las once o doce años y que hasta entonces se practique como un simple juego sin objetivos a corto o medio plazo.
Judo, kárate o taekwondo: al igual que en el caso anterior, debe iniciarse como un simple juego y la competición la marcará el desarrollo físico del niño.
Deportes acuáticos: Logroño no es una ciudad con mar, pero esta no está muy lejos y también hay actividades en el agua (piscinas o el Ebro). Aquí entran el piragüismo, el surf, el buceo...
Tenis: se trata de un deporte asimétrico que necesita compensación con otras actividades, que también debe comenzar a nivel competitivo a partir de los doce años, aunque se pueda practicar desde los seis o siete.
OTRAS ACTIVIDADES DEPORTIVAS
No todo son deportes orientados a la competición a las edades más tempranas. También se pueden realizar actividades de desarrollo del esquema corporal como caminar sobre una cinta o hacer el pino apoyándose en una pared. Y esos juegos típicos de campamento, ludoteca o de plaza de pueblo como juegos de relevos, policías y ladrones, pasarse una pelota, balón quemado...
En las actividades para adaptar la motricidad se encontrarían las excursiones a pie y para la motricidad estética aquellas de expresión corporal como la danza. Más allá del deporte, también son recomendables ejercicios para mejorar las técnicas de respiración y relajación.