Al dividir el entrenamiento por fases, hay un punto en el que los expertos coinciden y al que los deportistas, sobre todo los populares, apenas prestan atención: el descanso y la recuperación. Tan importante como el tiempo que se le dedica a la preparación física haciendo ejercicio es el que se pasa descansando. Y si no, que se lo pregunten a Carlos Coloma, reciente medallista olímpico en Río de Janeiro, quien asegura haber invertido el 50% del tiempo de su entrenamiento en recuperación.
″Lo primero que habría que hacer para copiar el entrenamiento de un deportista profesional siendo un deportista popular es dejar de trabajar″, indicó Coloma en la mesa redonda 'El entrenamiento invisible', organizada por Logroño Deporte, en relación a los tiempos que se deben dedicar a cada fase de la preparación.
″Durante el año de los Juegos Olímpicos hemos hecho mucho hincapié en el descanso y en las siestas kilométricas. La temporada era muy complicada para asegurar la plaza olímpica y eso conlleva entrenamientos y viajes, por lo que si no sabes dosificar el esfuerzo e invertir muchas horas en recuperación y fisioterapia... te puede perjudicar mucho″, añadió.
En la preparación, explicó el ciclista riojano, hay que cuantificar el tiempo de todo lo que rodea al entrenamiento, no sólo el ejercicio físico: viajes, charlas, masajes... ″Y los deportistas populares también tienen su trabajo, la familia... entrenar más para rendir más no está bien. Hay gente que me cuenta sus entrenamientos y hace más horas reales que yo. Más no es mejor″, destacó.
LA SUPERCOMPENSACIÓN
El ex corredor profesional de maratones, ahora entrenador, Juan Carlos Traspaderne, sacó en esta mesa a relucir un término concreto: la supercompensación. ¿Qué es esto? Primer concepto: cuando empezamos a entrenar, partimos de una línea que llamamos el umbral de adaptación (corro x kilómetros a x tiempo). Si pongo un estímulo por debajo, no entreno. Si lo pongo por encima, el efecto de la fatiga hace bajar el umbral de adaptación.
″Es entonces cuando empieza a entrenar porque empiezo a recuperar. Recupero descansando, comiendo, durmiendo y con los medios que hay hoy en día como masajes, hidroterapia... si recupero bien, el umbral de adaptación sube a un punto superior al que tenía inicialmente. Este incremento del umbral es la supercompensación, lo que buscamos los entrenadores″, indicó.
¿Qué problemas se dan para no llegar a esta supercompensación? ″Al introducir otro estímulo sin haber llegado al umbral de adaptación anterior, baja el umbral de adaptación y aparece la fatiga. En algunos casos, hasta una fatiga crónica que va en contra de mi salud″, matizó, para poner el acento en que los estímulos que metemos en los entrenamientos se deben calcular respecto a esto: ″Si se hacen entrenamientos rígidos, se acaba con una fatiga que quita de trabajar u otras labores″.